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todas las mañanas, cuando incursionamos en los comentarios políticos, nos
encontramos siempre con el mismo panorama: los desencuentros permanentes de la oposición, que no logra arribar a acuerdos entre
distintos candidatos y la desesperación
del kirchnerismo para lograr el sí de la
Presidenta para definir su candidatura. Como bien puede decirse que las
indefiniciones obligan a mirar para otro lado, resulta útil empezar a pretender
saber algo sobre lo que nos pasa a nosotros los argentinos; a partir de allí, salen a la luz muchas de las cosas que parecen
olvidadas o más bien diría, ocultadas, lo
que choca aun más cuando hacemos el paralelo de lo que sucede en otras
partes. Vemos así que un Sr. Importante en el mercado financiero internacional
como Madoff, estafador de ahorristas e inversores por más de 62 mil millones de dólares, recibe una condena de 150 años de prisión; o que un peso pesado
de la política internacional, como el Presidente del FMI y a pesar de su cargo,
es detenido sin miramiento alguno por haber pretendido violar a la empleada de
un hotel. Como se ve, no importa el
rango cuando de transgresiones se trata. Y si a partir de allí empezamos a
inspeccionarnos por lo que sucede a nuestro alrededor en Argentina,
lamentablemente descubrimos que la estafa de la firma Skanka sigue en el
vericueto de los tramites judiciales, que las famosas valijas de
Antonini Wilson aparentemente siguen viajando, que los abusos cometidos por el
ex Secretario de Transporte de la Nación con fondos públicos siguen sin sanción
alguna, que la bolsa de dinero encontrada
en el Ministerio de Economía de la Nación sigue siendo un misterio no resuelto.
En una mirada superficial de lo que nos aporta la memoria, la
conclusión no puede ser otra de la que
define que en nuestro país no existes sanción alguna para el que delinque y si
se lo hace, se trata de suavizar al máximo la sanción. Si tomamos como ejemplo
lo sucedido con Schoklender en estos últimos días descubrimos, según lo publicado – dos hechos: el primero
es el descontrol con que se manejan los
fondos públicos y que en definitiva, son fondos de todos; lo segundo es lo que surge de un reclamo del
imputado de que la construcción de viviendas estaba atrasada por que solo se le
enviaban ahora 1750 pesos por metro cuadrado cuando a las Madres de Plaza de
Mayo les costaban las viviendas, para
desposeídos 4500 pesos el metro cuadrado. El costo estimado en Tucumán, para
una vivienda media se calcula en $ 2300. Posiblemente de allí surja la importante fortuna que este buen señor
pudo concretar.
Hace poco escribía sobre
distintos aspectos de nuestra economía, hoy. Todo lo que se habla o piensa
puede ser bueno o malo, en función de perspectivas. Pero, lo real es que si no
sabemos administrarnos, si nuestras cuentas no son claras, nuestro
desenvolvimiento futuro será muy comprometido, por que en la realidad no estamos haciendo lo que se debe. Ello lo muestran las
modificaciones contables introducidas por el Estado Nacional, que toma como
ingresos las aportaciones que en lo previsional realizan empresas y
trabajadores dándoles un tratamiento similar al de un ingreso por impuestos; el
mismo temperamento se emplea para los fondos que el Banco Central envía a Tesorería. No solo estamos en un claro cambio
de destino, si no que su empleo permite
informar resultados que no son reales y
quizás un nuevo despojo a los jubilados,
Lo que está sucediendo con las cuentas Estatales no se ajustan, hoy, a
lo que debe ser una administración - no digo eficiente- , si no correcta.
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