jueves, 26 de mayo de 2011

LOS SORPRENDENTE SE PELEARON MUY DURO POR LA PLATA DE LA MADRES DE PLAZA DE MAYO Madres. Por Nicolás Pizzi

Periodismo de Verdad: 26 de mayo de 2011
Fue por el manejo financiero de la Fundación. Pablo quedó a cargo y Sergio se fue.
Después de la cárcel una vida llena de lujos y excentricidades
El apoderado de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, abandonó su cargo tras una dura pelea con su hermano Pablo, que ahora pasó a dirigir la entidad. La disputa, según confirmaron tres fuentes a Clarín , fue por el manejo financiero de la entidad .
La Misión Sueños Compartidos es un proyecto de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo que se dedica a la construcción de casas en villas y asentamientos precarios. Según dice en su página web, desde 2006 hizo 4.800 viviendas, 6 hospitales, 2 centros de salud, y un jardín de infantes.
Junto a Sergio Schoklender, el mayor de los hermanos, la semana pasada también dio un paso al costado el ingeniero civil Eduardo González Fernández, director técnico de la Fundación. Schoklender y él son amigos y socios en una empresa que se dedica a la venta de casas prefabricadas , como la que se trasladó al club Albariño de Villa Lugano al día siguiente de su desalojo. Aquel día estuvo presente en el acto Hebe de Bonafini junto a funcionarios del Gobierno nacional.
Luego de su paso por la cárcel a raíz del crimen de sus padres, en 1981, los hermanos Schoklender se reencontraron en 2001, cuando Pablo comenzó a gozar de salidas transitorias (recién terminó de cumplir su pena este año). Desde entonces, trabajaron juntos en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo. Pero las diferencias por la administración de la Fundación, donde trabajan unas 2 mil personas, comenzaron a hacerse evidentes en los últimos dos años. Una fuente judicial reveló que la Fundación tiene una d euda millonaria con la AFIP , pese a la cual sigue recibiendo fondos gubernamentales.
En un principio, se habló que los hermanos Schoklender habrían tenido una pelea en la calle por la que habría intervenido la comisaría 2°, pero fuentes policiales consultadas por Clarín lo negaron. “No hay ninguna denuncia policial”, dijeron ayer a este diario en esa dependencia.
Desde que quedó libre, en 1995, Sergio Schoklender entabló una relación afectiva muy profunda con Hebe de Bonafini, que ayer confirmó su alejamiento de la Fundación, pero intentó bajarle el tono al escándalo. “Ella siempre lo trató como a un hijo y lo defendió a pesar de la magnitud de los conflictos”, confirmaron los allegados.
“Esto no fue una renuncia como lo quieren hacer aparecer, lo echó ella ”, arriesgó otra fuente de la Universidad de las Madres. El abogado no atendió ayer los llamados de Clarín y , según trascendió, estaría fuera del país. Una versión no confirmada hablaba de una visita a Rusia, tras un breve paso por Venezuela.
Desde su libertad, Sergio Schoklender llevó adelante una vida llena de lujos y excentricidades. (Ver Después…) El decálogo de hechos polémicos tras su libertad incluye una detención por manejar un auto con los documentos adulterados y una denuncia del Instituto de la Vivienda porteño por extorsión que terminó en la Justicia federal.
El periodista Vicente Zito Lema, que se alejó de la institución, llegó a decir: “Me resisto a que ningún infausto monje negro reviva en nuestra institución una suerte de lopezreguismo ”.
Pablo Schoklender tuvo un recorrido distinto. Fue condenado un año después que su hermano, en 1986, pero se refugió en Bolivia con su familia y estuvo prófugo hasta 1994. Ultimamente, el menor de los Schoklender se desempeñaba como Director de logística y compras de la Misión Sueños Compartidos.
“Sergio lo llevó a Pablo a trabajar con él. Primero estuvo en la editorial (de la Fundación), que a su vez estaba a cargo de la imprenta”, contó un ex directivo de la Universidad de la Madres que también se alejó por diferencias con Sergio. Ahora, Pablo pasó a tener el control de la Fundación que hizo crecer su hermano
Después de la cárcel una vida llena de lujos y excentricidades
El 28 de febrero de 2008, Sergio Mauricio Shocklender compró una casa en José C. Paz que él mismo bautizó entonces comouna “casa delirante” : tiene diecinueve habitaciones, catorce baños, cancha de tenis, cancha de fútbol, vestuarios, juegos para niños, quincho para 60 personas, piscina de 145 metros cuadrados , solarium, terraza, caminos internos, fuentes decorativas, pérgolas antiguas y hasta una vieja boite, como él la denominó. La mansión está en medio de una vegetación exuberante, y 12 mil metros cuadrados de parque bajo una privacidad absoluta: un muro de ladrillos de tres metros de altura, con salida a tres calles impide que algo pueda verse desde afuera. ¿Suena a una compra excéntrica? Pero hay más detalles de una vida de lujos: el hasta ayer apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo viajaba, por placer y por trabajo, en un jet Citation o un Pipper Cheyenne Turbo.
Hace muchos años que Schoklender no repara en gastos: un viaje a Resistencia (por citar un destino al que viajaba con frecuencia) le costaba siete mil dólares . Ha llegado a volar hasta tres veces en un mismo día.
Estas son, apenas, algunas curiosidades de la increíble vida de Schoklender, para los que no lo quieren el “Monje Negro” de las Madres. Habitué del Casino de Puerto Madero, ya hace algunos años se había ido a vivir al Highland, uno de los countries más exclusivos de la provincia de Buenos Aires, donde conviven empresarios multimillonarios y artistas del jet set.
También se le adjudicaba, entre otros negocios, un restorán en San Telmo, que fue cerrado inesperadamente. Hasta uno de los últimos chequeos que se pudo hacer en las oficinas de las Madres de Plaza de Mayo, Schoklender cobraba en la Fundación un sueldo de algo más de cinco mil pesos mensuales .
La compra de la mansión llama la atención por varios motivos. Uno es que está ubicada justo frente a un predio donde las Madres iban a construir viviendas con fondos del Gobierno nacional. Otro es que la compró sin siquiera ir a verla y sólo fue tres veces en los primeros dos años y medio. La compra fue parte de una denuncia de la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
La CC acusa lo acusa de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero . Schoklender hizo ambas operaciones con un vendedor llamado Jorge Alberto Grisolía, quien le entregó la casa sólo a cambio del depósito de 10 mil pesos. El resto, se acordó, se pagaría en cuotas.
La aeronave con la que se movía Schoklender hasta hace algunos meses está a nombre de Meldorek S.A, una sociedad que también tendría un Pipper Chayanne matrícula LV-MNR, al que también solía subirse el apoderado de las Madres. El lujo de volar en jet privado puede medirse si se compara con otros clientes que también lo utilizan. Un nombre lo dice todo: la familia Otero Monsegur, propietaria del Banco Francés, suele utilizarlo para escapadas de fin de semana.
Cuando está en Buenos Aires, el Cessna duerme en el hangar Aviaser S.A, del aeropuerto de San Fernando. El piloto que estaba registrado hasta hace algunos meses era Gustavo Serventich y su copiloto era Fernando Moyo.
Cuatro fuentes del mercado aeronáutico confirmaron que en algún tramo del año pasado, Schoklender lo utilizó con indisimulable frecuencia. Siempre combinó placer con trabajo: fue a supervisar obras de las Madres, pero también se trasladó con su familia en viajes personales.
En diciembre de 2006, Schoklender alquiló una casa en el country Hihgland para pasar el verano a nombre de su mujer, Viviana Sala.
Schoklender intentó mantener el perfil bajo, pero una línea publicada en los medios llegó a la comisión directiva del country que trató en una reunión la posibilidad de pedirle al titular de la casa que cancelara el contrato vigente. Varios vecinos cuestionaban el hecho de tener dentro del barrio a un hombre que había sido condenado por matar a sus padres.
Fuente: CLARÍN

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